martes, 10 de marzo de 2020

Capote


"Antes de negar con la cabeza, asegúrate de que la tienes" Truman Capote.
En efecto esta es una de sus frases más conocidas entre otras muchas y es que Truman era un hombre que por encima de todo valoraba la inteligencia. Era un hombre pensativo y creativo, que valora los modales y viste elegante. De hecho en numerosas ocasiones ha sido comparado con un gato por su forma de ser.


Truman Capote es un escritor estadounidense que nació el 30 de septiembre de 1924 en Nueva Orleans, Louisiana y falleció el 25 de agosto de 1984 en Los Ángeles.
Su infancia transcurrió en las granjas del mítico sur estadounidense. Según confesión propia, comenzó a escribir para paliar el aislamiento en el que transcurrió aquel tiempo. Cursó estudios en el Trinity School y la St John's Academy de Nueva York. Cuando su madre se casó por segunda vez con Joseph García Capote, abandonó sus apellidos Streckfus Persons y tomó el de ese hombre. Con 17 años era un periodista consumado asegurándose un empleo en la exclusiva revista 'The New Yorker'.
A los 21 abandona la redacción y publica un relato "Miriam" en la revista 'Mademoiselle' que es distinguido con el Premio O'Henry. La crítica, que le aplaude sin reservas, le considera un discípulo de Poe y habla de su estilo como "gótico introspectivo". Con 23 años se edita su primera obra, Otras voces, otros ámbitos (1948) que fue una de las primeras novelas que plantearon abiertamente el tema de la homosexualidad.
Otros de sus escritos son: Un árbol de noche y otros cuentos (1949), El arpa de hierba (1951), Se oyen las musas (1956) y Desayuno en Tiffany's (1958). Su novela más famosa es A sangre fría (1966), que narra el asesinato de los cuatro miembros de una familia de Garden City, Kansas; fue llevada a las pantallas en el año 1967 por Richard Brooks. Vendió más de trescientos mil ejemplares y estuvo en la lista de los libros más vendidos del New York Times durante treinta y siete semanas.
Tras pasar el resto de los años 40 viajando por los países ribereños del Mediterráneo, en la década de los 50 Capote reanuda su actividad periodística como entrevistador de la revista 'Playboy'.
Es autor de los ensayos titulados Música para camaleones (1980) y del guion para el musical Casa de las flores (1954). También colaboró en la escenografía de la película La burla del diablo (1954).



La violencia impregna todas y cada una de las obras de Truman, pero es que estas pretenden ocultar además algo mucho más profundo. Capote emplea esa gran cantidad de violencia para explicar cómo en realidad no existe la libertad absoluta a la hora de decidir o elegir, cómo todo no sería más que una falsa ilusión. Ya no solo la libertad del ser humano como persona, sino también la de los propios escritores. Cómo de alguna forma están obligados a escribir un género determinado o sobre algo preparado, cómo en realidad no se les permite dar rienda suelta a lo que desean, en su más profundo ser, transmitir. En vez de eso escriben cosas superficiales que a los lectores les gusten, libros que se hacen a la carta en vez de autores que dejan una parte de ellos en sus obras. Eso es en parte de lo que realmente Truman está hablando y de lo que ninguno nos percatamos.
Capote escribe sobre un tema que es ciertamente peligroso, con el que hay que tener cuidado y andarse con pies de plomo, tienes que ser muy bueno para hablar de la violencia con tanta soltura y naturalidad como para hacerla parecer arte. Pero ese es Truman, inteligente y elegante. Escribe con toda su pasión y a su vez lo hace con un control envidiable. Sus sabias palabras no brotan de sus labios como un río, no es un mar que desborda, sino un preciso gotero del que todo el mundo quiere beber, y eso, señoras y señores es lo que le hace tan especial.
El autor que escribe sobre la violencia tiene un gran peso sobre sus hombros y grandes expectativas también, nunca sabes cuál es la medida perfecta, la cantidad justa, la sangre necesaria. Hay que ser muy frío para llegar a tanto y lo suficientemente cálido como para entenderlo.

jueves, 5 de marzo de 2020

Empatía


Me he planteado durante esta semana infinidad de cosas, que me han hecho llegar a la conclusión de que el mundo en realidad se mueve por la empatía. Lo único que nos hace ser humanos es esa empatía. Tras mi reflexión decidí dejar aquí un pequeño ensayo con mi opinión al respecto:
Desde que somos pequeños nos enseñan a empatizar, nunca me había parado a pensar por qué. Pues bien, en realidad es alto tan esencial casi como respirar. Hay muchos libros, infinidad de ellos, en los que algún personaje no se pone en el lugar de los demás y eso le hace terriblemente insensible y asquerosamente egoísta. Sin la empatía dejaríamos de ser humanos, no podríamos vivir en sociedad, se desataría el caos, ya que cada uno haría lo que quisiera, sin tener ni lo más mínimo en cuenta a los demás. La falta de empatía nos hace peligrosos, y es precisamente ese miedo lo que nos hace tratar esa falta de tacto como si de una enfermedad se tratara.
Esa es la importancia de desarrollar la empatía en los niños, pues sin ella, nada sería como conocemos hoy en día. El trabajo en equipo sería imposible, la familia innecesaria, los amigos inexistentes, el amor impensable. Estoy segura de que esta no es la sociedad que queremos, por eso tratamos de inculcar esta parte humana en los más pequeños.
Pero desgraciadamente, tenemos también en este caso el doble filo, pues en caso de desarrollar excesivamente la empatía estaríamos convirtiendo a los niños en sufridores. Un exceso de empatía puede hacernos esclavo de los demás, porque podemos llegar a tal punto de hacer lo que sea con tal de que los demás estén felices. De todas formas, incluso en esta otra cara de la moneda es posible ver algo bueno, pues al ser tan empáticas las personas pueden llegar a sentir lo que otras personas están sintiendo. Y no estoy hablando de alguna clase de superpoder, sino de algo real, cotidiano. Es tan fácil como que cuando alguien sonría tú lo hagas también, que cuando alguien se ilusione tu lo apoyes, que cuando alguien se enamore lo felicites, que un abrazo se corresponde con otro y nunca se niega un beso, sino que se devuelve.
Es muy fácil ser personas felices, solo hace falta la empatía suficiente como para compartirlo con la gente y a su vez saber cuando la empatía te está jugando una mala pasada. Que el odio de otros no te vuelva insoportable, que su tristeza no te haga llorar, que su envidia no consiga que tus dientes chirríen.... 
Todos podemos hacerlo, solo hay que esforzarse un poquito.

Capote

"Antes de negar con la cabeza, asegúrate de que la tienes" Truman Capote. En efecto esta es una de sus frases más conocidas ...